Conocía las historias, el mismo punto de partida y el mismo final yacían en la descripción dentro de su cabeza. Todo era lo mismo, desde la consistencia abstracta y sólida de su sombra hasta la relativamente pesada niebla acortando las distancias. De lejos, todas las ciudades tenían la misma entrada y salida, los mismos árboles, los mismos acelerados pasos sobre el mismo frío y viejo asfalto; las mismas palabras plasmadas sobre los siempre monótonos periódicos. Bajo el relativamente mismo sol seguía corriendo el mismo tiempo en los mismos relojes que hacían el mismo sonido al pasar de los siempre iguales segundos. Las voces pronunciaban las mismas palabras ante la misma situación y siempre concluían con la misma frase, pero lo único en primer plano no era considerado lo principal dentro de lo monótono.
Más allá del frente salía a la superficie la realidad oculta dentro de la realidad, la conciencia reconocía cada diferencia entre la próxima mañana y la anterior. Las voces repetían frases, nombres, palabras, pero su tono, rostro y porqué eran distintos; el tiempo seguía contando las misma horas, minutos y segundos, los relojes hacían los mismos sonidos y daban las mismas vueltas sobre los mismos ejes, pero en cada vuelta la vejez alcanzaba y abarcaba más cabezas, daba y quitaba más oportunidades. Los periódicos anunciaban los mismos sucesos, pero los ojos que leían el mismo eran distintos; los pasos sobre las calles eran los mismos, pero el cómo llegaban al final era su diferencia. Las ciudades veían nuevos pasos sobre los mismos caminos, relataban viejas historias a diferentes oídos, que al final daban a lo mismo un nuevo punto de vista.
Las historias narradas con las mismas viejas palabras pasaban entregando los mismos principios y finales hacia diferentes manos, dando los siguientes mismos puntos de partida hacia otros viajeros, los cuales entregaban las mismas historias, principios y finales hacia otros.
Dentro de su cabeza todo era igual pasando a diferentes manos. Ninguna conclusión llegaba a ser relevante cuando lo mismo siempre era diferente, siempre. Todo era diferente, y eso siempre seguía igual… Todo era lo mismo.