Archivo por meses: julio 2013

Scarlet

Scarlet, la fría y auctóctona Scarlet, oculta bajo el reino de su misma piel, descrita casi solo por el perfume que llevaba su última carta por escribir, más allá del silencio y una taza de té…
… pasó más rápido que el presente, pero se quedó más dentro que mis latidos. No tenía más por hacer, la impresión de su rostro era su legado, su brillo y razón, memorias de recuerdos fugitivos; su alma viajera era tan libre y cautiva como sus suspiros de diciembre por la madrugada…
… su voz hecha silencio recordada por una carta que no contenía más que su aroma y orgullo sería la partida de mi respuesta, que inicia como texto y desemboca en miles de pisadas, abriéndose mientras intento declinar el destino soluto en simpatía de una sola noche…

Seminar

Por instantes vuelvo a aquel incógnito sonido de mis propios pasos atrapados en mi memoria, buscando encontrar el resto de mi. Esa certeza de algún día sentirme bajo una gruesa capa de hojas y huellas me captura con los ojos entrecerrados y me devuelve en escritura, insomnio y una taza con café; también deposita una melodía y desprende ráfagas escritas donde se ocultaban mis clichés.
Perdido entre líneas me reencuentro con la fantasía oculta en la libertad vista por mis ojos y me doy cuenta del camino, ahogado bruscamente por un todo llamado perspectiva, que muestra solo una razón horizontal lejana. Quizá por eso lo recordado sigue pisando mi memoria, quizá me dejé perdido en un recuadro de horizonte y no bajo tinta y pisadas. Quizá deba irme de lo que sé y encontrarme con ese pasado de kilómetros parpadeantes para nunca más escaparme de aquel que, sin verlo, realmente he llegado a conocer.

Luto

Los he conservado desde el color de mi alma pasada hasta la serenidad que me ha traído tanto viaje, tan simples como invisibles desde este lado del camino. Los golpes transitorios han sido tan suyos como propios de mis dedos, a quienes ha observado con determinacion abstracta, tan inusuales a causa de las noches mágicas.
Desentiendo toda melancolía que ha salido por las puestas de sol, capturadas casi a su totalidad por tan ínfimos retractados entes. Ambos han sido parte de mi, siempre siendo, desde madrugada hasta insomnio incauto.
¿Cómo despojarme de algo que ha visto más que yo? Solo por necesidad los dejaré ir, y por su causa vestiré luto en la mirada, aunque pase tan desapercibido como el rato que me acompañaron…

Luna Llena

De traspasos, ruinas y melodías sonando para sí mismas te han escrito; así mismo de voces ocultas entre venas y fogatas armadas con un exquisito valor propio; desvelos, insomnios presos y libertades impregnadas en la epidermis de alguna cercanía asomándose entre ese mísero espacio que deja el soñador entre sus párpados…

Recorriéndome

No, no. Nunca tuve manos. Hasta que estuve fuera de mi pude ser yo, al medio de cielo y mar y el escalofrío de la vida recorriendo mi espalda mientras cerraba los ojos con toda mi fuerza. Quizá también me colé entre lágrimas que llegaron directamente al eco de su voz en mis oídos. Solo así pude moverme y tener manos, solo cuando sellaba mis párpados y respiraba profundo, suspirando hacia adentro con toda libertad, Selah…

En paralelo

Tergiversando me encuentro perdido entre hegemonías alimentadas por algún otro eco revolviéndome el estómago y diciéndome qué podría escribir acerca de lo que he leído. Es difícil ensordecerme, dar punto visto y regresar a los espacios que he dejado en blanco, un blanco sucio para ser preciso.
Superfluas iras he tragado, tan retumbantes como ritmo de una marcha ajena, descontinuada, como la alarma a las 7am que me envuelve en resignación, como paso nocturno regresivo, otro reflejo de incertidumbre que da agua para hidratar mi alma con un sabor amargo de vez en cuando; amargura que dejo salir al dejarla entrar con libertad.
Un par de historias para recordar que no me he perdido, soy oportunidad campante, pendiente de un nuevo ritmo. Mi sombra ha regresado y más oscura. Ahora sé quién soy y quién es solo otra parte de mi, me han devuelto el rostro y puedo seguir con mi trabajo, haciendo transcurrir el tiempo inventando textos con palabras que nunca han rozado mi voz.

Al filo

No ha pasado aún. Desdeñada vida que se consume mientras aumenta, le deja frío al paso siempre inseguro, y pocas veces acertado. Como verse desde lejos siendo la misma utopía que camina y se aleja. Sé que ese no soy yo, solo es mi sombra temiéndome, huyendo de mi. Yo haría lo mismo. Explotando variado y abandonando la riña entre mi propio reflejo se encontró hace ya algún tiempo, ahora se ha robado mi rostro para que yo no pueda hacerle daño.
He caído al paso del viento, nadie me ha llevado ni traído y ha sido mi culpa. Tardes han llegado y rasgado la rotura de mi alma, haciéndome cerrar los ojos y abandonar la noche, que últimamente se ha vuelto parte de mis sentidos…

Noche de Luna entre ruinas

Nunca me miró así… ese día habitaba un ligero desdén por su parte. Había tanto dentro de sus ojos… desde partidas hasta promesas, lenguajes y reacciones, palabras, papeles, inviernos y canciones, pero no logré encontrarla. Ella aún ahí huía de mi, con sus labios secos, adueñándose de mi memoria conforme se iba alejando…
Me hablaba y se sentía tan lejos, la tomaba del brazo y no podía escucharla; y sonreía y reía para hacer intangible su deseo de estar en cualquier parte, menos en mi hombro, y aunque el brillo de sus ojos siempre permaneció intacto, no reflejaban, no hablaban, se mantenía inerte en su silencio.
Tal parece que no sentía el dolor que me causaba, sus pasos aún se daban rebotando en mi cráneo tan vacío, en forma de palpitaciones; su voz se resguardaba en mis manos sudorosas, pero resbalaba y caía a los charcos desplegados por el suelo, y luego ella misma la pisaba. Era como si pisara las hojas de un otoño desabrido, con aires de invierno seco, era como si quisiera encerrarme dentro de mi y esconder la llave, llevarme a la melancolía y dejarme nadando entre las notas puras de un jazz suave.

Quizá era tiempo de regresar a el suspiro continuo de mi memoria, pero sabía que ella se encargaría de llevar ruinas a mi centro…