Se puede tomar una fotografía del paisaje más vistoso que los ojos puedan ver y quizá un pedazo de magia sea absorbida por esa cámara, quizá la imaginación se ocupe de transportar a ese lugar una y otra y otra vez. Se puede ser un escritor de otro nivel, escribir exactamente lo que refleja la vida, o más; se puede ser varios personajes inexistentes al leer tu voz misma. Se puede vivir internamente con solo escribir tu misma voz.
Se puede hacer cualquier cosa con el arte, con el dibujo, fotografía, escritura, incluso música, pero nadie puede capturar la vida misma en una sola escena. La vida misma solo se captura viviendo.
Se puede tomar una fotografía de un lugar lejano, de un campo pasivo, pero jamás vas a lograr sentir el viento que azotó al lugar. Se puede escribir sobre la puesta de sol, lo que trae, lo que lleva; lo que es y nunca será, pero nunca vas a lograr sentir el calor disminuyendo de a poco sobre la piel. Se puede escuchar una canción de amor, pero no vas a sentir esos ojos que se describen puestos en vos
El instante se disfruta, porque en realidad, se está dentro de un libro, dentro de una fotografía, lo que es y lo que se lleva es una sinfonía en composición.